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Cómo se debe cargar correctamente un coche eléctrico o híbrido enchufable

La movilidad está cambiando y buscando los modelos más sostenibles para nuestro planeta. Cada vez más vemos que las marcas apuestan por la electrificación como motor principal, es decir, los que emplean solo baterías (EV) y los híbridos enchufables (PHEV). Es normal que te surjan muchas dudas sobre dónde y cuándo recargar, hasta cuánto cuesta hacerlo y cómo se debe hacer de forma segura; pero hoy venimos a dar respuestas a muchas de ellas. ¡Presta mucha atención!

Los coches eléctricos y los híbridos enchufables son relativamente nuevos en el mercado, y el hecho de que utilicen electricidad para propulsarse significa que se ha puesto en marcha una nueva infraestructura con la que no todos están aún familiarizados. Poco a poco, no quedará más remedio que ir aprendiendo a manejarse con las nuevas tecnologías, y los coches eléctricos e híbridos enchufables son parte de un futuro inminente. En esta guía se abordarán los puntos clave del proceso de recarga de un vehículo electrificado.

Recarga en casa

Siempre que tengas una plaza fuera de la vía pública, puedes cargar un coche eléctrico en casa instalando un cargador doméstico dedicado; también se pueden conectar a un enchufe estándar de dos clavijas, pero la carga es mucho más lenta y los enchufes no tienen las características de seguridad más apropiadas, por lo que no se considera una buena práctica. El hogar suele ser el lugar más conveniente para cargar el coche, especialmente cuando se puede conectar durante la noche.

En líneas generales, hay tres formas de recargar:

Estándar: aquí, con el cable destinado a este efecto de 1,8 KW y 8 A, un vehículo 100 % eléctrico de pequeño tamaño puede cargar más del 30 % de su batería en una noche con este sistema; y un híbrido enchufable equivalente, el 100 % en menos de siete horas.

Acelerada: con una toma reforzada (cable destinado de 3,2 KW y 14 A), los mismos vehículos pueden recargar más del 60 % de la capacidad de su batería en una noche, mientras que el híbrido enchufable conseguiría el 100 % en menos de cuatro horas.

Rápida: si es el puerto es monofásico de 7,4 kW, se puede recargar la batería de un eléctrico al completo en ocho horas, y la de un híbrido enchufable en algo menos de un par de horas. Si la toma es trifásica de 11 kW y tu coche tiene un cargador a bordo de esa potencia, el tiempo de recarga puede reducir en torno a cinco horas.

Recargar fuera de casa

Una opción muy conveniente es dejar que el coche recargue las pilas mientras uno las gasta en el trabajo porque, al igual que en casa, suele estar estacionado durante un período prolongado durante el día (o noche). Muchas compañías ahora están instalando estaciones de carga para el personal y los visitantes por razones de sostenibilidad y facilitar el cambio a una flota eléctrica.

También se puede cargar el coche cuando está aparcado en lugares públicos, como en el cine, el gimnasio, el supermercado, el centro comercial, en el centro de la ciudad o el lugar que sea. Por lo general, no es necesario cargar completamente la batería en ciclos completos, por lo que hacer recargas con relativa frecuencia también significa que jamás te quedarás abandonado o tengas que esperar varias horas mientras se rellena desde cero.

Las claves para utilizar los puntos de recarga es poder localizar los más cercanos y poder pagar la recarga en el lugar. Algunas marcas facilitan ambas tareas con la aplicaciones online que localizan los puntos de carga disponibles y los que son compatibles con tu vehículo, te guían hacia ellos, organizan los itinerarios y hace un seguimiento de tus consumos; ya sea desde un smartphone o en la pantalla del sistema de infoentretenimiento.

Tipos de enchufes y cables

En los primeros años de los coches eléctricos, uno de los mayores dilemas era el tipo de enchufes y cables de carga que utilizarían. Si bien las bombas de combustible y los niveles de octanaje se han estandarizado desde hace mucho tiempo en varios países, los coches eléctricos inicialmente tenían diferentes conectores que se adaptaban a las baterías de cada fabricante. Sin embargo, en 2014, la Comisión Europea dictaminó que todos los vehículos enchufables y las estaciones de carga nuevas deberían contar con un conector de Tipo 2.

Aunque todos los vehículos eléctricos e híbridos enchufables que se comercian en la actualidad cuentan con este tipo de enchufes de serie (comúnmente conocido como mennekes menekes), un coche puede ser compatible con varios cables. Es decir, un conector puede ser de Tipo 2 en un extremo y diferente en el otro, lo que le permite conectarse a otras fuentes de alimentación. Hay que destacar que no todos vienen de fábrica equipados con este cable: algunos fabricantes obligan a comprarlos por separado como un extra opcional.

Por otro lado, existen los conectores de carga rápida de CC, desarrollados por un consorcio de fabricantes alemanes y estadounidenses. “CCS” son las siglas de Combined Charging System, que es el favorito entre las marcas europeas. Estos están disponibles para su uso solo en estaciones públicas de “carga rápida”, que normalmente proporcionan hasta un máximo de 50 kW de potencia.

Pero si bien CCS es una tecnología de carga rápida desarrollada por alemanes y estadounidenses, CHAdeMO es su contraparte japonesa. También funciona con 50 kW de potencia y, de nuevo, todos los vehículos deben contar con una toma CHAdeMO específica para poder utilizar las entradas proporcionadas en las estaciones de carga públicas.

Y mencionando a estas últimas, todos los puntos de recarga públicos disponen de un cable que enchufamos directamente al coche, pero otros tienen una toma a la que debemos conectar el propio cable que viene con él. También es necesario un cable para enchufar el coche a una toma convencional (tipo Schuko), y es recomendable enchufarlo primero al punto de carga y después al coche; y hacer lo contrario al desenchufarlo. Y, lógicamente, también guardarlo y enrollarlo correctamente después de cada uso.

Actualmente, lo más normal es encontrarnos ante tres tipos de cables de carga para los vehículos electrificados:

  • Cable Modo 2 Reforzado: optimizado para tomas reforzadas tipo Green Up. Puede suministrar hasta 3,2 kW de potencia.
  • Cable Modo 3 Monofásico: preparado para los puntos de carga privados o públicos. Puede dar hasta 7,4 kW de potencia.
  • Cable Modo 3 Trifásico: diseñado para los puntos de carga privados o públicos. Puede otorgar hasta 22 kW de potencia.

Seguridad

La recarga de un coche electrificado es una operación completamente segura. Las estaciones de carga, las tomas de corriente en el vehículo y en el cargador, así como los cables, están diseñados para ofrecer una carga segura bajo cualquier condición, incluso bajo una lluvia torrencial. Todos esos componentes tienen un elevado grado de protección IP ante el polvo y el agua. Además, los conectores del cable se bloquean durante la recarga para evitar accidentes o posibles robos.

No hay problemas de seguridad importantes a la hora de cargar los coches eléctricos e híbridos enchufables. De hecho, la falta de combustible inflamable es un beneficio de seguridad tangible, y no es que sea el pan de cada día ver vehículos incendiándose en las gasolineras. Actualmente, lo cierto es que muchos de estos vehículos se basan en modelos convencionales de combustión, por lo que no hay una gran diferencia en la seguridad entre ambos.

Precio

¿Cuánto cuesta recargar un coche eléctrico o híbrido enchufable? Las tarifas exactas varían en base a muchos factores, pero sí se pueden establecer algunas referencias. En primer lugar, lo más económico es recargarlo en casa, algo más que en un punto público de pago (excepto, claro está, en los que son gratuitos). Y en estos últimos, la tarifa se reduce mucho con un servicio de suscripción que, con mucho gusto, la mayoría de los fabricantes ya están comenzando a ofrecer a sus clientes.

En casa, las tarifas están reguladas por el Real Decreto 216/2014, del 28 de marzo. La más apropiada para recargar un vehículo eléctrico o híbrido enchufable es la tarifa con discriminación horaria supervalle (2.0DHS). En las horas supervalle, nocturnas, hay una considerable reducción del consumo y, por ende, los precios son más bajos. Según los datos del Portal de Transparencia de la Red Eléctrica Española (ESIOS), el coste de comercialización variable es de 0,00164 €/kWh (a día 30 de octubre de 2020).

En realidad, volcarse hacia la compra de un coche eléctrico o híbrido enchufable no es tan difícil como parece, y recargarlo es solo un ejemplo de ello. De hecho, se puede ver como algo más sencillo de repostar que un coche convencional, ya que en realidad hay algunas alternativas que, si tienes la posibilidad de acceder a ellas, te permitirán tener tu vehículo electrificado siempre con un óptimo nivel de carga.