Las dudas sobre la posibilidad de ahorrar con un coche eléctrico crecen cada día más entre los usuarios, en parte por la subida de los precios de la electricidad. Lo cierto es que, tal y como indica la Organización de Consumidores y Usuarios, viajar con un coche eléctrico sigue siendo más económico que hacerlo con uno de combustión.
Según la OCU, para hacer 50 trayectos mensuales de 12,5 km cada uno, el coste de un automóvil eléctrico apenas supone 19 euros. Esos mismos 50 viajes te costarían 114 euros en un coche con motor de gasolina y 88 euros si fuera diésel.
De esta forma, el coche eléctrico es el único transporte individual que resulta competitivo frente a los precios del transporte público, y más con los trenes gratuitos y los descuentos en los abonos recientemente aprobados.
Además, no hay que olvidar otras ventajas asociadas al uso de un coche con batería. Una de ellas es evidente: el coche 100% eléctrico contribuye a reducir la contaminación. Pero es que también te permite aparcar gratis en zonas de estacionamiento regulado y acceder a zonas urbanas de bajas emisiones, zonas que por otro lado se irán imponiendo estos años en las ciudades de más de 50.000 habitantes.
La OCU añade que, para que el coche eléctrico resulte mucho más práctico, hay que seguir planteando mejoras. La primera, y quizás más importante es que siguen faltando electrolineras. Primero, en los propios municipios, donde la falta de estaciones públicas de recarga con precios razonables no evita la necesidad de tener una plaza de parking propia. Y segundo, en las carreteras, salvo en las autopistas, donde es difícil encontrar estaciones de carga rápida cada 50 kilómetros, tal y como sería deseable para garantizar los viajes con este tipo de vehículos.